
El gigante minero Rio Tinto tuvo que disculparse este lunes por extraviar una pequeña cápsula radiactiva que desapareció mientras era transportada a través de Australia Occidental.
El dispositivo, que tiene aproximadamente el tamaño de un guisante, contiene una pequeña cantidad de Cesio-137 radiactivo, que podría causar enfermedades graves a cualquier persona que entre en contacto con ella, incluyendo daños en la piel, quemaduras o enfermedad por radiación.
Ante lo sucedido, un equipo de búsqueda se movilizó de emergencia a lo largo de la ruta de 1.400 km (870 millas) utilizando detectores de radiación y otros equipos especializados que ayuden a dar con el dispositivo en cuestión.
Considerando que la ruta de búsqueda es muy extensa, se instalaron equipos especializados en detección de radiaciones en vehículos patrulla que cubrirán su longitud y que viajarán durante cinco días en ambas direcciones a velocidades de alrededor de 50 km/h.