
Ispace, la empresa que desarrolla tecnologías de naves espaciales robóticas para construir módulos de aterrizaje, enviará una nave espacial a la luna, donde extraerá regolito, el polvo gris arenoso de la superficie lunar.
Dicho polvo lunar será vendido a la NASA, siendo este el primer acuerdo para la explotación de materiales extraplanetarios, que tendrá un valor de u$s5.000.
¿En qué contexto se realiza este tratado?
Desde el año pasado, una ley aprobada por Japón autoriza a las empresas locales a extraer diversos recursos espaciales. Fue días atrás que otorgó a Ispace una licencia para realizar actividades comerciales en la Luna.
Sin embargo, Estados Unidos fue pionero autorizando a empresas locales a la extracción, en 2015, inspirando a otros países como Luxemburgo o Emiratos Árabes Unidos a aprobar proyectos similares.
Este negocio plantea el debate sobre quién es el dueño de los recursos espaciales o quién tiene autorización para su explotación.