La semana pasada, el dictador cubano Miguel Díaz-Canel se embarcó en una aeronave de la estatal venezolana Conviasa para aterrizar en Rusia, donde asistió a un acto en honor al lider de la Revolución Cubana, Fidel Castro.
En dicha ceremonia y junto a Vladimir Putin, se inauguró el monumento de bronce de tres metros de altura que fue erigido en la plaza Fidel Castro, situada en el distrito de Sókol del noroeste de la capital rusa.
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Luego de rendir su tributo con grandes ramos de rosas rojas, comenzaron las negociaciones entre ambos mandatarios en el Kremlin, y Putin aprovechó para volver a describir a Castro:
Me acuerdo en detalle de nuestros encuentros. Se le considera con razón como uno de los líderes más brillantes y carismáticos del siglo XX. Una persona realmente legendaria.
La estatua, que se encuentra frente a la fuente que preside la plaza, presenta a un Castro joven, revolucionario, con su tradicional chaqueta abierta, cartuchera, boina y botas de campaña.
