
Hoy, luego de que terminara la presentación de los alegatos por ambas partes, en el juicio que investiga la muerte de Fernando Báez Sosa (asesinado a golpes el 18 de enero en Villa Gesell a la salida del boliche bailable “Le Bique”).
Los rugbiers tomaron la palabra y se dirigieron al tribunal, con un mensaje que pretendía “pedir disculpas, y dejar en claro la no intención de matar”.
Aunque socialmente, el pedido de disculpas era “reclamado” casi de manera masiva, no cayó bien. Los imputados utilizaron el lenguaje para transformar la realidad dada como natural, y abrir los signos para formular nuevas combinaciones interpretativas.
¿El objetivo?
Deshacer y rehacer los trayectos conceptuales que ordenan la comprensión, y reordenar la realidad.
Sin embargo, esta estrategia fue rápidamente desarmada por los medios de comunicación y la defensa de la familia de Fernando Báez Sosa, quienes cuestionaron las palabras elegidas por los rugbiers, ya que estas los “desvincularon” del acto de matar.
@blick_news Las "últimas palabras" de los rugbiers antes de la condeba prevista para el 6 de febrero #justiciaporfernando #justiciaporfernandobaezsosa #fernandobezsosa #fernandoburlando #blick ♬ sonido original – Blick News
Este acto, que es presentado desde un lugar de “crítica”, no es otra cosa más que llevar el lenguaje al incómodo terreno de la política.
Cuestionar la forma en que los rugbiers ubican los hechos, es llevar las narrativas a la incomodidad, y discutir quién habla en nombre de las palabras, y cómo ordena las relaciones asimétricas de poder.
Fernando no murió, Fernando fue asesinado por el accionar de los rugbiers.