La gira, que incluye la apertura de la embajada argentina y la presencia del canciller Santiago Cafiero, busca profundizar una relación histórica con implicancias geopolíticas y comerciales, ya que ambos países tienen una estrecha relación de ayuda y futbol.
La historia cuenta que el 18 de marzo de 1974 Argentina "ofreció donar arroz, manzanas y trigo" a raíz de la inundación que azotó a Bangladesh, solidarizándose en un momento de mucha hostilidad para el país. Esa acción fue muy bien recibida, y luego se activó rápidamente el comercio de granos entre ambos países, con beneficios económicos para argentina más que importantes.
Luego el futból hizo lo suyo de la mano de Diego Armando Maradona en el mundial de 1986 con el cual el pueblo de bangladesh se vio fuertemente identificado, por motivos, en parte, ligados al pasado colonial del país asiático.
Luego la idolatría por el 10 pasó a verse reflejada en Lionel Messi y se hizo notoria en los masivos festejos en las calles de Dacca tras la obtención de la Copa del Mundo por parte de la selección argentina.
